La abstracción es un tema sencillo de entender pero difícil de asociar a otros conceptos. En principio, la abstracción se refiere a «elevar» algo real a una condición no visible y de carácter conceptual. Sirve mucho para comprender cómo evoluciona el pensamiento humano y, más allá, la civilización.

En la psicología del niño, la abstracción se puede identificar cuando se pasan de las «operaciones» sobre los objetos (es decir sobre la realidad visible) a las operaciones sobre los conceptos (Piaget decía que esto era pasar de las operaciones concretas a las operaciones formales). Esto implica que ya no es necesario ver las cosas para pensar sobre ellas. Vygotsky también habla de la abstracción cuando dice que el lenguaje escrito es el álgebra del lenguaje pues se abstrae la voz y el interlocutor. La idea de abstracción la usa también Foucault para explicar cómo la forma en que cambian la vigilancia y el castigo a formas menos físicas. Si se extiende lo suficiente la idea de abstracción, podría decirse que el psicoanálisis habla de lo mismo cuando dice que el superyo es la abstracción de «el padre» y que la cultura es la abstracción de las normas que se siguen cuando se vive sociedad. 

Si uno fuese aventurado podría decir que una función de la civilización o de la existencia humana es abstraer su vida lo más posible. Y si uno solo viese películas malas diría que eso es la propuesta de The Matrix.

En la Inteligencia artificial, esto se ha visto como uno de los conceptos más importantes para avanzar en la comprensión de los problemas y en su solución, pero lo asemejan (Hofstadter, Mitchell) a la analogía. La clave está en comprender esa abstracción/ analogía y, una vez se entienda claramente su funcionamiento, se podrá avanzar en lograr mejores sistemas de inteligencia artificial.