En principio, la tecnología debería apoyarnos en mejorar las condiciones de trabajo. Se conoce ampliamente la cita donde dice que antes del final del siglo XX todas las personas tendrían tanto tiempo libre que no sabrían qué hacer con él (fue Keynes en 1930). Pero henos aquí con la tecnología ayudándonos a lograr más pero sin dejarnos parar de trabajar. No es claro por qué ni cómo se pueda solucionar el problema. Podría ser que el trabajo se comporta como un gas: mientras más espacio (tiempo) se le entrega, más se expande para llenar ese espacio.

La inteligencia artificial podría apoyar en comprender cómo podría ser el rol de la tecnología para efectivamente reducir la cantidad de tiempo dedicado al trabajo. Se podría realizar un análisis de la forma como se utiliza el tiempo y producir propuestas concretas para lograr los mismos objetivos con menos tiempo gracias a las ayudas de la tecnología.